Las modas van y vienen, pero ciertas prendas logran resistir el paso del tiempo y mantenerse en los escaparates. Así sucede con las merceditas, un calzado versátil, cómodo y polivalente, apropiado para ceremonias y el uso diario. Por tanto, a la hora de comprar zapatos comunión niñas, las merceditas son una elección habitual.
Conocidas a su vez como mercedes o mary janes, este calzado se popularizó a partir del siglo XIX por influencia de María de las Mercedes de Orleans, reina consorte de Alfonso XII. Por entonces, este zapato enfundaba los pies infantiles en las familias más pudientes, pero hoy no conoce barreras de edad, ni de clase social.
Como las manoletinas, las merceditas guardan similitud con las bailarinas, pero esta variante se caracteriza por la banda o correa que ajusta el calzado al empeine. Esta sujeción garantiza la unión entre el pie y la zapatilla, previniendo esos resbalones y caídas a los que están expuestos los niños durante sus juegos.
Desde un punto de vista estético, este calzado es compatible con la etiqueta de eventos formales (bodas, comuniones, etcétera) y para el día a día. Y es que la ergonomía es una de las virtudes principales de las merceditas. Ofrecen un ajuste perfecto y seguro, sin las rozaduras ni presiones que presentan otros calzados. Su portadora podrá moverse con normalidad y permanecer en reposo, sin molestias.
Por su apariencia ligera, las merceditas no parecen ser un calzado resistente, pero se confeccionan con una suela flexible y gruesa que protege la planta del pie, al tiempo que proporciona confort y estabilidad al cuerpo.
En síntesis, las merceditas son el calzado infantil por excelencia. Una opción idónea para los meses más calurosos del calendario, que además de comodidad y frescor, ofrece una estética agradable y la ergonomía que los ‘peques’ necesitan.