La elección de dentista o clinica dental en Santiago se fundamenta comúnmente en el precio, la reputación del centro o la recomendación de amigos y familiares. Sin desmerecer estos criterios, la especialización del centro o profesional odontológico es un parámetro más útil y relevante para afrontar esta decisión.
Al usuario del sector dental le interesa, ante todo, que su clínica dental ofrezca un cuadro de tratamiento y profesionales capaces de atender cualquiera de sus patologías orales. Este enfoque multidisciplinar está presente en múltiples centros, pero también brilla por su ausencia en una parte cuantiosa de este mercado.
La odontología es una especialidad médica diversa: comprende la implantología (se dedica a la colocación de implantes dentales), la ortodoncia (estudia y trata las anomalías posicionales y de crecimiento de la dentadura), la odontopediatría (se especializa en la salud bucal de niños y jóvenes) o la cirugía oral y maxilofacial (se dedica a tratar aquellas dolencias que afectan a la cabeza, el cuello y otras áreas del organismo), entre otros.
Por consiguiente, los dentistas y clínicas con un planteamiento general son valiosos, pero la mayor parte de los pacientes acude con patologías concretas que requieren un análisis y tratamiento más específico.
Además de la especialización, el cliente debe poner en valor la calidad e innovación de los equipamientos, instalaciones, etcétera, del centro odontológico. Las clínicas con una dotación avanzada ofrecen mayores garantías y suelen estar respaldadas por odontólogos más cualificados.
El coste de los tratamientos también revela la calidad y profesionalidad del centro. Se recomienda buscar un punto medio entre las ofertas low cost y los precios desorbitados de las clínicas más selectas.
La experiencia de otros clientes, positiva o negativa, es una piedra de toque para elegir dentista. Además de consultar a familiares, se aconseja investigar el perfil de la empresa en redes sociales o en portales como Doctoralia y Top Doctors.