Las pulseras y relojes teleasistencia se han convertido en un aliado inesperado en la lucha contra la desaparición de adultos mayores, el colectivo con mayor riesgo de desarrollar alzhéimer. Esta enfermedad aparece como una causa subyacente en un alto porcentaje de personas desaparecidas, debido a la desorientación y pérdida de memoria que produce en sus afectados.
En concreto, se estima que la mitad de los desaparecidos en España con más de setenta años padecen alzhéimer. Existe una fuerte correlación, pues, la enfermedad descubierta por el alemán Alois Alzheimer y la desaparición de personas de la tercera edad.
Como la vigilancia y el cuidado de ancianos tiene sus límites, las nuevas tecnologías han demostrado ser un mejor revulsivo no sólo contra la desaparición de personas dependientes, sino también contra las caídas y otras emergencias domésticas.
Los dispositivos de teleasistencia se diseñan para garantizar la seguridad y autonomía de los adultos mayores, acompañándolos en su día a día y proporcionándoles asistencia en situaciones puntuales. Para ello, incorporan características como la localización GPS, la detección de caídas mediante acelerómetro o la medición de constantes vitales, entre otras.
Esta tecnología contribuye a reducir la cifra de personas desaparecidas empleando sistemas de seguridad activa, como la notificación automática a familiares y servicios de emergencia en caso de caída, colisión, etcétera. Entre las medidas de seguridad pasiva, destaca la inclusión de botones de SOS que permiten llamar a la ambulancia o la policía en cuestión de segundos.
Respecto a los productos con mayor demanda en este mercado, destacan las pulseras y smartwatches de teleasistencia. Visual y ergonómicamente, no se diferencian de los relojes convencionales, de forma que no hay riesgo de rechazo por parte del anciano/a. De prestaciones más limitadas, los pulsadores, brazaletes y colgantes permiten realizar llamadas de emergencia a través de un botón central, careciendo de otras funciones.